Formación de Equipos

SEMINARIOS DE VIDA EN EL ESPÍRITU Y FORMACIÓN DE EQUIPOS PARA EL ANUNCIO KERYGMÁTICO

INTRODUCCIÓN
El propósito fundamental de los Seminarios de Vida en el Espíritu es llevar a cabo la obra de evangelización en el poder del Espíritu Santo, lo que incluye la evangelización o re-evangelización de los bautizados y de los no creyentes o no bautizados. Esto se conjuga bien con lo señalado por el ICCRS sobre los objetivos centrales de la Renovación Carismática Católica en el Preámbulo de sus Estatutos.

La evangelización llevada a cabo en los Seminarios de Vida tiene las mismas características del anuncio kerygmático de la Buena Noticia en la predicación de los apóstoles. Proclama, con el poder del Espíritu Santo, que la salvación de Dios llega al hombre por la aceptación y conversión a Jesucristo, que es Señor, Salvador y Mesías. Junto con lo anterior, se pide al Señor Jesús que bautice en el Espíritu Santo a todos los que le hayan recibido y entregado su vida.

En los Seminarios de Vida no se enseña, se anuncia y proclama con vigor que Jesús está vivo y que está tocando a la puerta para darle al que le abra la vida en abundancia. Su objetivo es que la persona nazca a una nueva vida, la vida del Espíritu. Por lo anterior, en los Seminarios de Vida se predica la Palabra.


TIEMPO DE REALIZACIÓN DE LOS SEMINARIOS DE VIDA
La experiencia ha demostrado que los Seminarios de Vida prepara-dos convenientemente y entregados por personas que han tenido su Bautismo en el Espíritu han sido el principal agente (o uno de los principales) en la Renovación Carismática Católica para llevar a las personas a tener la experiencia del Bautismo en el Espíritu. Sin embargo, no todos los Seminarios producen el mismo fruto.

Inicialmente estos se daban en lo que se llama todavía Septenarios, que comprendía la entrega kerygmática de los temas en siete ( 7) semanas, uno por semana. Esta modalidad, que ha producido mucho fruto, tiene la virtud de ir produciendo una maduración e internalización progresiva del mensaje anunciado en el participante. En otro extremo, se dan Seminarios de Vida en retiros de fin de semana, donde los temas se sintetizan al máximo y se comprende esencialmente la predicación del amor de Dios, la salvación en Jesús y el Espíritu Santo. Si bien el Espíritu sopla donde quiere (Jn. 3, 8), y puede transformarnos en un instante, y a veces así sucede, por razones de una predicación más completa, no recomendamos en general seguir esta modalidad.

La experiencia de los autores de este documento es que dando el Seminario en el plazo de una semana, los siete días seguidos, (puede saltarse el día Domingo) el Seminario produce un gran fruto, que interpretamos se debe a que se produce una mayor continuidad y compromiso de los participantes y da también un tiempo de maduración en el auditor de la Buena Noticia anunciada.

Sobre el tiempo de duración de un Seminario nos parece que debiera comprender el tiempo suficiente para proclamar bien los temas esenciales del mismo. En cada situación y lugar se deberá ver la forma que más conviene a todos.


PLANIFICACIÓN DE LOS SEMINARIOS DE VIDA
Los Seminarios deben prepararse cuidadosamente. No es lo mismo, ni producen el mismo fruto, si se realizan de un día para otro, que si se preparan con un mes de anticipación. En esto, se debe ofrecer el Seminario de Vida a los párrocos, ya que somos miembros de la Iglesia Católica, o en comunidades cristianas dependientes de una parroquia, o en otra situación si así lo amerita.

Es común observar que si un sacerdote o párroco invita a un Seminario gran parte de la parroquia participa en él. En cambio, si el Seminario se da en un grupo de oración, a veces los participantes suelen ser los mismos de siempre.

En definitiva, se debe preparar un Seminario que se inicia, con el tiempo que sea necesario para hacer una invitación a todo nivel y, si es posible, involucrar al sacerdote, párroco u obispo como parte protagónica en dicha invitación. La realidad nos dice que mientras no dispongamos de muchos equipos convenientemente formados y preparados para dar los Seminarios, se debe utilizar con la máxima eficacia los equipos de que disponemos.

Las presentes orientaciones tienen el propósito de multiplicar los Seminarios de Vida, pero que sean dados por equipos bien forma-dos y no por personas particulares por las razones que se expre-sarán más adelante.


EQUIPOS PARA EL ANUNCIO KERYGMÁTICO EN LOS SEMINARIOS
Son varias las razones que apoyan que los Seminarios de Vida - donde se realiza el anuncio kerygmático – sean conducidos por un equipo de servidores. A continuación, mencionaremos algunas de ellas:

1. Jesús envía a sus discípulos de dos en dos (Mc 6, 7).
2. La predicación es más poderosa si se lleva a cabo a través de un equipo (acogida, animación, música, predicación, etc.) que si sólo se realiza a través de una sola persona (predicador o predica-dora).
3. Evita que la asamblea atribuya los frutos al predicador o predicadora (si es uno el que hace el anuncio) y no a Dios que hace producir los frutos.


SERVICIOS DENTRO DEL EQUIPO DEL ANUNCIO KERYGMÁTICO
Los servicios que debe realizar el equipo son:

Acogida: Es fundamental que haya un buen servicio de acogida cuando se hace la proclamación kerygmática, por cuanto es el pri-mer contacto que la persona tiene con el grupo al cual se está integrando. La experiencia señala que uno de los mayores factores de atracción en la Renovación y en los Seminarios de Vida, es la favorable acogida que han tenido las personas nuevas lo que les ha impactado. Por lo tanto, es muy importante responder bien en este servicio. Entre los aspectos prácticos es necesario que las personas (2) de la acogida tengan dicho carisma. Además, que hagan distintivos, sepan acoger, sean alegres, y se junten para orar pidiendo al Señor la gracia de sentir amor por cada persona que llegará.

Animación: Dentro del equipo para el anuncio kerygmático, es bueno que un hermano (a) haga el nexo entre acogida y el inicio de las canciones, de forma tal que permita romper el hielo, sea con un saludo, diciendo algo gracioso, algo que lo conecte con la realidad. Que sea natural, no esté nervioso, sea espontáneo, que permita el saludo mutuo, etc.

Música: Es importantísimo el ministerio de música en los Semina-rios. Hay hermanos (as) que se encuentran con el Señor a través de una canción, para eso las personas de la música deben tener el carisma del canto ungido, deben orar juntos y pedir la unción del Espíritu Santo. Su discernimiento para la interpretación de canciones debe relacionarse con el tema que se está tratando en el Seminario; así, si se proclama el amor de Dios las canciones deben ir en plena sintonía con él.

Oración: Para los Seminarios, es necesario tener un hermano(a) que lleve poco a poco al grupo a hacer oración. Puede ser la misma persona que anima, de forma tal que lleve paulatinamente a la asamblea a orar. Así se invitará a pedir, a dar gracias…Se debe invitar a orar y se debe conducir de forma tal que poco a poco se vayan abriendo a la oración. No deben ser oraciones largas para que todos puedan participar sin temor.

Por otra parte, debe haber sintonía total en el espíritu que mueve a quienes dirigen los servicios anteriormente descritos y lo servicios de testimonio y predicación, temas que se explican a continuación.


Testimonio: En el equipo de Seminario es fundamental integrar a hermanos que den un testimonio poderoso en estrecha relación con el tema anunciado. Los testimonios deben ser previamente conocidos por el equipo de Seminario, de modo que se asegure que irá en total relación con el tema proclamado y así refuerce vivencialmente que lo predicado es aquello de lo que se da testimonio. Deben darse luego de cada tema predicado, o de algunos de ellos, de manera que confirmen la predicación. Con ello todo lo realizado en el Seminario está en total sintonía, pues el anuncio no sólo se hace a través de la predicación directa sino a través de todos los servicios del equipo de Seminario.

Algunos requisitos para seleccionar a los hermanos o hermanas que den su testimonio:

- Haber tenido su Bautismo en el Espíritu
- Que el testimonio no sea reciente
- Probado en la comunidad (que haya dado frutos en la comuni-dad)
- Testimonio poderoso y donde quede claro la obra de Dios
- Que queden claros los tres momentos claves a destacar: cómo era mi vida antes de mi encuentro con Jesús, qué sucedió en dicho encuentro, y cómo ha cambiado mi vida con posterioridad a aquel momento
- Estar en sintonía con el tema de la predicación
- No sobrepasar los 15 minutos.


Predicación: Para la predicación se aconseja formar equipos de 3 ó 4 personas. Entre ellos se distribuyen los temas que cada uno debe proclamar. Lo fundamental es que los predicadores (as) hayan tenido la experiencia del Bautismo en el Espíritu. Esto que es importante para todos los miembros del equipo de Seminario, es imprescindible para los predicadores o predicadoras. Es la proclamación de la Palabra de Dios la que va poco a poco transformando a la persona, "no es con espada ni con ejército... sino con tu Santo Espíritu”.

Quienes realicen la proclamación deben tener conocimiento y preparación en el tema que anuncian, pero más importante todavía es que hayan tenido la experiencia que proclaman. Por ejemplo, quien predica sobre el amor de Dios debe haber experimentado dicho amor. Así la predicación es algo vivo, no es un anuncio intelectual, sino más bien una experiencia profunda y muy significativa en la propia vida de quien la comparte. Recuerden, quienes tengan alguna duda sobre lo aquí expresado, que el Seminario es proclamación kerygmática y, por lo tanto, se realiza con el poder del Espíritu Santo, tal como los hicieron los apóstoles después de tener su Pentecostés. Y esto, en virtud de la orden de Jesús a esos mismos apóstoles: “Esperen hasta ser revestidos del poder de lo alto” (Lc 24, 49).


LIBRO Y TEMAS DEL ANUNCIO KERYGMÁTICO
Existe una gran cantidad de libros sobre Seminarios de Vida en el Espíritu. Puede seguirse cualquiera de ellos, como texto referencial. En lo medular, todos, con pocas diferencias, tratan los mismos temas. Nos parece, sin embargo, que lo más importante es que el anuncio sea una proclamación vigorosa del kerygma, y por lo tanto, como ya se ha reiterado suficientemente, sea una predicación y no una enseñanza. Por este carácter se recomienda el texto base el Seminario de Vida en el Espíritu de José Prado “Id y Evangelizad a los Bautizados”.

En relación a los temas del Seminario, suelen ser alrededor de sie-te. En estas orientaciones sugerimos nueve, pero algunos de ellos pueden fundirse entregándose en un solo día. Los temas son los siguientes:

1. El amor de Dios (amor que es eterno, gratuito e incondicional)
2. El pecado (que rompe el plan de Dios)
3. La Salvación en Jesús (Jesús que salva)
4. Fe y conversión (recepción personal de esa salvación)
5. Proclamación del Señorío de Jesús (precedido de renuncia a todo lo que se opone a dicho señorío)
6. La promesa del Padre (el Espíritu Santo)
7. Oración por la efusión del Espíritu (petición en fe)
8. Llenos del Espíritu Santo y sus frutos (consecuencias del Bautismo en el Espíritu)
9. Cuerpo de Cristo (creación e importancia de la comunidad)

Se ha de recordar que los temas del Seminario de Vida en el Espíritu son esencialmente los temas del anuncio evangelizador de los apóstoles en la primitiva Iglesia. Por esta razón no hay en el Seminario un tema específico en relación con María. Sin embargo, puede destacarse su importancia al tratar el último de los temas “Cuerpo de Cristo”.


ASPECTOS PRÁCTICOS A CONSIDERAR EN LA PREDICACIÓN
1. Que los hermanos y hermanas del equipo de predicación tengan claramente dicho carisma.
2. Es recomendable que los temas sean predicados por dos hermanos o hermanas, especialmente cuando los equipos se están formando o tienen poco tiempo trabajando juntos. Cuando así ocurre, generalmente uno refuerza o complementa lo expresado por el otro.
3. Un equipo se forma en la acción. Por esto es recomendable que al dar un tema se mezcle alguien con experiencia y otro hermano(a) con carisma de predicación y Bautismo en el Espíritu, pero sin mucha experiencia de predicador o predicadora.
4. Es la Palabra de Dios la que se predica, en ella el anuncio se nu-tre y cobra vida.
5. Es conveniente que en cada tema se seleccione un determinado número de textos bíblicos pertinentes al anuncio, que inspiren al predicador o predicadora y que constituyan el centro de la procla-mación (tres o cuatro). No se sugiere utilizar demasiados textos, para no confundir al auditor.
6. Al realizar la predicación, debe tenerse en consideración el audi-torio a quien se dirige. Por lo tanto debe ser una predicación “aterrizada”. Es la Palabra de Dios que llega a las personas que están sentadas al frente nuestro, que son de carne y hueso, que tienen un nombre y características personales particulares.
7. El predicador o predicadora debe parecer una persona normal. Debe establecer contacto con la asamblea, saludando o diciendo algo que “toque“ a los presentes. Es bueno “perder tiempo” estableciendo la comunicación antes de la predicación, pues eso genera un clima de confianza y libertad en la asamblea.
8. Conviene también matizar lo bíblico con anécdotas de la vida cotidiana, así el anuncio cobra vida y se hace significativo.
9. La predicación debe ser precedida de mucha oración de parte de las personas que la realizan. La oración es clave, hace que un tema conocido sea anunciado por el predicador de una forma nueva, la forma que le inspire el Espíritu para tocar los corazones.
10. Lo esencial para la entrega de un tema, junto con tener dominio de él, es tener una vivencia profunda de lo que se anuncia, así se es testigo de lo que se estás diciendo: “lo que hemos visto y oído eso es lo que os anunciamos “ (1 Jn 1,3).
11. Los nervios impiden el anuncio libre, fresco. Para evitar el ner-viosismo ayuda la preparación a fondo del tema, pero luego el predicador o predicadora debe dejarse dirigir por el Espíritu, sin dejar de considerar que no se es teólogo, y que lo que se anuncia es básicamente una experiencia que se desea comunicar.
12. Para la entrega de los temas puede ser de gran utilidad tener un esquema general con los puntos a desarrollar, y tratarlos uno a uno en función del tiempo asignado a la predicación.
13. Los temas del anuncio debieran ser entregados en un tiempo que no supere los 30 a 45 minutos.
14. Los temas al ser predicados no pueden ser entregados leyendo un texto, sea libro, apunte u otro, ni repitiendo de memoria al pie de la letra lo que diga un libro o texto de Seminario de Vida. El que predica debe tener una preparación base, pero luego debe seguir su propia inspiración en función del tema y su experiencia personal.


CITAS BÍBLICAS DE APOYO EN LOS TEMAS DEL ANUNCIO KERYGMÁTICO
A continuación se entregan algunas citas bíblicas que, a los autores de este documento y en su propia predicación, han sido poderosas para llamar a la conversión, a la entrega de la vida a Jesús, a la aceptar su señorío, y a llevar al Bautismo en el Espíritu Santo.

La experiencia indica, sin embargo, que cada predicador o predica-dora es inspirado o inspirada por determinados textos, que pueden ser algunos de los que se entregan a continuación u otros, lo importante es que las citas bíblicas utilizadas “toquen” fuerte el corazón del que anuncia la Buena Noticia.


Amor de Dios

Génesis 1,31; Isaías 49,1 ss; Isaías 49,14 ss; Jeremías 31,2;I Juan 3,1 ss; Isaías 54,10; I Juan 4,8; I Juan 4,10;Lucas 15,11; Jeremías 1, 4-5; Salmo 139; Salmo 121.

El Pecado

Romanos 3, 23; Romanos 6,23; I Juan 3, 4; I Juan 16, 9; Génesis 2, 23; Génesis 3; Génesis 3, 6; 3,8 ; 3,12; Jeremías 2,13; Jeremías 3, 12; Jeremías 6, 16-17; Isaías 1,3; Isaías 30,18

Salvación en Jesús

Gálatas 2,20; Hebreos 10, 4-7; Efesios 2, 4-9; Colosenses 2, 13-14; Isaías 53, 4-5; Ejemplos de salvación: Lucas, 19, 1-9; Lucas 15, 11-31; Lucas 5,27; Lucas 23, 39-43.

Fe y conversión

Romanos 10, 9-10; Apocalipsis 3, 20; 2 Crónicas 7, 14; Hechos 2, 38; Hechos 4, 12; Jeremías 3, 12

Señorío de Jesús

Filipenses 2,9; Mateo 28,18; Hechos 2, 36; Romanos 10, 9-10; Deuteronomio 18,9

El Espíritu Santo

Ezequiel 36, 24- 27; Jeremías 31, 31-34;Jeremías 32, 38-41; Lu-cas 24,49; Hechos 2, 39; Romanos 5, 5; Romanos 8, 15-16; 1Corintios 12; Juan 14, 26; Hechos 1, 8; Hechos 7,59

Oración por la efusión del Espíritu Santo

Hechos 2, Lucas 11, 9-13; Lucas 24, 49; Hechos 2, 39;

Cuerpo de Cristo

Hechos 2, 41-47; Hechos 2, 42; 1 Corintios 12; 1 Corintios 13; 1 Corintios 14

TALLERES DE REFLEXIÓN POSTERIORES A LA PREDICACIÓN

 

No siempre después de la entrega de cada tema se suele dar un testimonio. Si ese es el caso es conveniente realizar un taller de reflexión formando grupos de alrededor de seis (6) personas, con una o dos preguntas puntuales sobre lo predicado y que tengan directa relación con la vida de los participantes. Luego de unos 20 minutos de compartir del grupo, alguien de cada grupo informa a toda la asamblea de lo más significativo conversado.

El hermano o hermana a cargo de la animación en el equipo de Seminario coordinará la formación de grupos y el compartir posterior.


SEMINARIOS DE VIDA EN EL ESPÍRITU Y BAUTISMO EN EL ESPÍRITU


El medio más habitual en que Jesús ha realizado el Bautismo en el Espíritu o nueva efusión del Espíritu en la Renovación Carismática Católica, ha sido en los Seminarios de Vida, especialmente en el momento de la oración para pedir la efusión.

Por eso el Plan de Acción Nacional de la RCC para 2007-2008 ha dado tanta importancia a la formación de equipos para la realización de los Seminarios devolviéndole a estos su potencia evangelizadora.

Al revalorizar los Seminarios, proclamando, con el poder del Espíri-tu Santo, el inmenso amor que Dios nos tiene y los temas centrales del Kerygma, estos serán el medio para que la persona pueda llegar al arrepentimiento y la conversión, como antesala para recibir la efusión del Espíritu Santo: “Al oír esto, los judíos dijeron con el corazón compungido ¿Qué hemos de hacer? Pedro les contestó: Convertíos y que cada uno se haga bautizar en el nombre de Jesucristo y recibiréis el don del Espíritu Santo “(Hech 2, 37-38).