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JACOB Y ESAÚ. Dios reveló a Rebeca que ella daría a luz gemelos importantes, porque de ellos nacerían dos grandes naciones: Esaú fue padre de los edomitas o idumeos; Jacob continuó la genealogía de la nación judaica y fue antecesor de Jesús. En este doble alumbramiento, Esaú nació primero, llegó a ser hábil cazador y fue el hijo favorito de Isaac. Jacob, tranquilo e inofensivo, fue el favorito de Rebeca. Al volver hambriento de la cacería, Esaú rogó a lacob que le diera de comer. Jacob puso como condición indispensable que le cediera su derecho de primogenitura. Esaú consintió (Génesis 25:33). Un día en que Esaú había vuelto a salir de cacería, Rebeca persuadió a Jacob de que se hiciera pasar por Esaú, fuera junto a su padre que estaba medio ciego, y obtuviera la bendición que correspondía al primogénito. Logrado eso por Jacob, Esaú descubrió lo ocurrido y resolvió matar al egoísta hermano suyo después que muriera su padre. Para que el tiempo enfriara la ira de su hermano, Jacob huyó a Harán. Mientras iba en viaje tuvo una visión de una escalera que unía la tierra con el cielo, por la cual subían y bajaban ángeles, y Dios le aseguró la bendición del Pacto (Génesis 28:12‑15). Al servicio de su tío Labán, Jacob trabajó catorce años para obtener la mano de Raquel, y seis más que le fueron pagados con ganado. Durante ese tiempo se casó con otras tres mujeres. Después de unos años, creyendo que Labán y sus hijos le envidiaban su prosperidad y lo miraban con malos ojos, Jacob se alarmó y huyó con sus esposas y posesiones rumbo a Canaán. Tres días después Labán descubrió la desaparición de Jacob. Los hombres de Labán alcanzaron a Jacob como una semana después, pero Dios lo libró de mal, y se puso fin a la reunión mediante un tratado. Se erigió un monumento de piedras y comieron en señal del pacto mediante el cual cada parte se comprometió a no pasar aquel punto para atacar a la otra. Antes de cruzar el río Jordán, Jacob se encontró con Esaú, el cual le perdonó sus maldades pasadas. Jacob había estado confiando en su propia fuerza para tener éxito. En lucha con Dios, aprendió que su propia fuerza era nula, y que tenía que orar pidiendo las bendiciones del Señor. Referencias: Génesis 25‑34.
 
JACOBO (o SANTIAGO) EL HERMANO DE JESUS. Jacobo, hijo de María y José (Mateo 13:55; Marcos 6:3), no fue uno de los doce apóstoles (Mateo 10:2‑4), ni fue al principio creyente en su hermano Jesús (Juan 7:5). Pero después de la resurrección llegó a creer, probablemente mediante alguna manifestación especial del Señor resucitado. (Cristo se manifestó a los quinientos, y "después apareció a Jacobo" [ 1 Corintios 15:7].) Recibió el título de apóstol (Gálatas 1:19), fue uno de los dirigentes en la iglesia de Jerusalén (Gálatas 2:9; Hechos 15), y, junto con los ancianos, recibió a Pablo cuando éste regresó de su tercer viaje misionero (Hechos 21:18). Es el autor de la epístola de Santiago. Hay quienes infieren que era casado (1 Corintios 9: 5). "El justo" llamaban los antiguos a Jacobo por sus sobresalientes virtudes. Según la tradición murió apedreado por los líderes religiosos.
 
JACOBO EL HIJO DE ALFEO. Jacobo fue hijo de Alfeo y María, que algunos suponen hermana de la madre de Jesús, según lo cual Jacobo sería primo de Jesús. Jacobo fue uno de los doce apóstoles (Mateo 10:3; Hechos 1:13). Fue llamado "Santiago el menor" o "el pequeño" quizá porque fuera de baja estatura. Jacobo tenía hermanos, pero no se sabe de fijo cuántos ni quiénes eran. Posiblemente José (Mateo 27:56) y Mateo (Marcos 2: 14).
 
JACOBO, HIJO DE ZEBEDEO.Jacobo, hijo de Zebedeo y Salomé, hermano. mayor de Juan, fue uno de los primeros discípulos de Jesús. Andaba Jesús por la orilla del mar de Galilea, cuando lo llamó. Jacobo abandonó inmediatamente sus negocios de pescador y lo siguió. Jesús dio a Jacobo y Juan el apodo de Boanerges, o "hijos del trueno" (Mar cos 3:17). Junto con Pedro y Juan, formó el trío de discípulos íntimos de Jesús. Fue el primero de los doce en padecer el martirio. Murió en los primeros días de la iglesia apostólica por orden del rey Herodes Agripa I, allá por el 44 D.C. (Hechos 12:2).
 
JEREMÍAS.Jeremías nació en el Siglo séptimo A.C. en Anatot, no lejos de Jerusalén. Tenía veinte años de edad cuando el Señor lo llamó a ser profeta suyo. Profetizó el castigo de Jerusalén a manos de un pueblo de corazón empedernido y oídos reacios. Fiel bajo desesperadas y abrumadoras circunstancias de persecución, Jeremías vio a su pueblo pasar de la prosperidad bajo el rey Josías a una condición de perversidad bajo el mando de cuatro reyes impíos que levantaron ídolos y perseveraron en extraviar al pueblo. Presenció impotente la invasión babilónica, y finalmente cumplimiento de su profecía‑ la caída de Jerusalén. Para su seguridad, los simpatizantes de Jeremías, mediante ruegos, convencieron al profeta para que se fuera a Egipto. Predicó durante unos cincuenta años. Se le identifica con el libro del Antiguo Testamento que lleva su nombre.
 
JERJES(Ver "Asuero".)
 
JEROBOAM.Jeroboam, residente de Sereda, fue hijo de Nabat, de la tribu de Efraín. Trabajó en la construcción de fortificaciones durante el reinado de Salomón. Reconociendo las capacidades de Jeroboam, Salomón lo nombró jefe de la casa de José. Disgustado por la tiranía de Salomón, y dado que cierto profeta predijo que Dios le daría un reino, se rebeló contra Salomón. Por ello, éste procuró matarlo, lo cual forzó a Jeroboam a refugiarse en Egipto. Muerto Salomón, regresó y halló en el trono a Roboam, hijo de Salomón. Procurando aliviar la suerte del pueblo, que estaba abrumado de impuestos, Jeroboam tomó su representación, pero Roboam no aceptó ninguna instancia, y las diez tribus del norte se rebelaron, eligiendo a Jeroboam como rey suyo. Su reinado duró de 922 a 901 A.C. Pero su gobierno estuvo dominado por sus intereses personales. Para evitar que el pueblo fuera a Jerusalén en su peregrinación anual, revivió dos antiguos lugares de culto en Betel y Dan (1 Reyes 12:26‑30). Erigió también una imagen de oro, y el nombre de Jeroboam se volvió sinónimo de maldad por la idolatría que inició.
 
JETRO.Jetro, sacerdote de Madián, era varón de mucha entereza, profundidad espiritual y sabio juicio. Su mayor notoriedad quizá le viene de su relación con Moisés, pues le dio refugio y trabajo cuando huía de Egipto. Moisés cuidó los rebaños de Jetro durante cuarenta años y se casó con su hija Séfora. Llamado por Dios para regresar a Egipto, Moisés llevó consigo a Séfora y sus dos hijos, pero pronto volvió a dejarlos al cuidado de Jetro. Después del paso del Mar Rojo, Jetro se los devolvió a Moisés. Luego enseñó a Moisés procedimientos legislativos y judiciales para guiar a los hijos de Israel, poniendo énfasis en que toda ley debe ser dada por Dios y encargada únicamente a hombres con capacidad, buena relación con Dios, integridad y verdad (Éxodo 18:19‑23).A Jetro se le llama también Reuel.
 
JOACIM.Joacim fue rey de Judá e hijo de Joaquín. Su padre fue muerto por el rey Nabucodonosor, el cual permitió a Joacim reinar en lugar del rey difunto. (Reinó únicamente tres meses en 509 A.C.). Joacim y su pueblo fueron luego llevados cautivos a Babilonia. La caída de Jerusalén ocurrió alrededor de 597 A.C. Joacim estuvo encarcelado 37 años. A la edad de cincuenta y cinco fue liberado de la prisión. Se cree que Joacim tuvo hijos, pero éstos no se mencionan en la Biblia. Muy poco se sabe de lafamilia de Joacim. Referencias: 2 Reyes 24; 2 Crónicas 36.
 
Joaquín. Joaquín, hijo del rey Josías de Judá, ascendió al trono cuando Faraón Neco aprisionó en cadenas a su hermano Joacaz allá por el 609 A.C. A diferencia de su padre, Joaquín estableció impuestos directos, erigió ídolos e introdujo religiones paganas. Jeremías, profeta de Dios, lo amonestó, previniéndole que su gobierno impío tendría por fruto la destrucción de Jerusalén, pero Joaquín no le hizo caso. Nabucodonosor venció a Faraón Neco, y el imperio cayó en manos de los caldeos. Luego de otra rebelión contra Nabucodonosor, Joaquín fue echado del trono y sustituido por Joacim su hijo (2 Crónicas 36:8). Se ignora si fue asesinado, pero se cuenta que su cuerpo fue echado fuera de la puerta de la ciudad y abandonado allí, recibiendo así "sepultura" de asno.
 
Job. En la Biblia se menciona a Job como varón perfecto y justo, temeroso de Dios. Fue hombre acaudalado y vivió en tierra de Uz. En medio de su abundancia, Dios le envió tribulación: perdió su riqueza, su familia fue destruida y perdió la salud. En todo esto Job tuvo paciencia y firme confianza en Dios, aun ante las acusaciones de sus amigos. La aflicción abrumó a Job, pero dice el relato que "bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero" (Job 42:12). Aunque padeció mucho, fue capaz de decir: "Yo sé que mi Redentor vive" (Job 19:25). El libro de Job narra la historia en forma épica. (Véase "Job" en el capítulo cuarto.)
 
JOEL. El profeta Joel fue hijo de cierto hombre llamado Petuel. Joel probablemente creció en Judá, y está claro que profetizó en Jerusalén. Es un tanto controvertible el tiempo exacto en que vivió y profetizó; probablemente fue en el siglo IX A.C. Dos calamidades dieron pie a la producción literaria de Joel: una plaga de langostas y una gran sequía. El profeta llama al pueblo a orar y ayunar. Quizá parte del pueblo haya respondido, pues al final del libro de Joel hay una nota de optimismo.
 
JONÁS. Jonás ("paloma") fue hijo de cierto Amitai. Parece sin par entre los profetas hebreos por cuanto su propósito primordial no parece haber sido predicarle a Israel. El Señor le ordenó ir a Nínive a prevenir al pueblo que iba a destruir la ciudad (Jonás 1:1‑2). En vez de obedecer a Dios, Jonás se embarcó para Tarsis. Surgió una gran tormenta y lonás pidió a los hombres que lo tiraran por la borda, pues él era la causa de la tormenta. Dios preparó un gran pez que lo tragara. Finalmente se arrepintió y Dios hizo que el pez lo vomitara en tierra seca (Jonás 2:10). Aprendida su lección, Jonás fue a Nínive y previno a los ninivitas que serían destruidos, por lo cual ellos se arrepintieron. Jonás se considera símbolo de Cristo porque permaneció en el vientre del pez tres días, así como Cristo permaneció tres días en la tumba (Mateo 12:40).
 
JONATáN. Jonatán ("don de Jehová") era el heredero aparente e hijo mayor del rey Saúl. Surge primero como el héroe de la guerra de Micmas, en que obtuvo la victoria para Saúl casi solo (1 Samuel 13‑14). El pueblo lo amaba. Era atlético, gallardo, hábil jefe militar y uno de los personajes más admirables de toda la Biblia. Por lo que más se le recuerda es por la sin par devoción de su amistad para con David (sentimiento "más maravilloso que el amor de las mujeres" [2 Samuel 1:16]) bajo las más difíciles circunstancias (1 Samuel 18‑20). Hasta estuvo dispuesto a renunciar a su derecho al trono en favor de David. Aunque Saúl persiguió a David y lo obligó a huir, Jonatán permaneció leal a su amigo. Muerto en la batalla del monte Gilboa, fue sepultado en labes, debajo de un árbol (1 Samuel 31:1‑13). Dejó un hijo: Mefiboset.
 
JOSÉ. José fue hijo de Jacob y Raquel. Jacob amaba a José más que a los hermanos de éste, por ser el hijo de su ancianidad, y le dio una túnica de muchos colores. Sus hermanos, que lo odiaban, urdieron maldades en contra suya. Lo vendieron como esclavo por veinte piezas de plata (Génesis 37:28). Pero José confiaba en Dios y no consintió en pecar; el Señor lo acompañó llegó a ser intérprete de los sueños de Faraón en Egipto. José predijo un tiempo de hambre, fue nombrado gobernador de Egipto y en los años de abundancia almacenó los excedentes de alimento. Los hermanos de José llegaron desde Canaán a comprar alimento durante el hambre. Él perdonó a sus hermanos y los trató bien; Jacob se reunió con ellos en sus últimos años, y la familia volvió a estar junta (Génesis 45‑46).
 
JOSUÉ. Héroe del libro de Josué e hijo de Nun, Josué ("Jehová es salvación") fue primero ayudante de confianza y ministro de Moisés. Dirigió los ejércitos de Israel en una gran victoria contra los amalecitas en el Sinaí (Éxodo 17:8‑16). Como representante de la tribu de Efraín entre los doce espías enviados a Canaán, junto con Caleb, constituyó la voz de minoría que alentó al pueblo a poseer la tierra por fe en Dios (Números 13:6, 8; 14:6, 38). Larga vida y posición de jefe tras la muerte de Moisés fueron su recompensa por ello. Muerto Moisés, condujo a los hijos de Israel a través del Jordán hasta la Tierra Prometida (Josué 1‑6). Bajo su dirección fueron conquistados Jericó y sus alrededores, se dividió la tierra y se establecieron las ciudades de refugio (Josué 7‑21). Murió a la edad de 110 años y fue sepultado en Timnat‑sera.
 
JUAN EL APÓSTOL. Juan el apóstol, hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano de Jacobo, fue pescador hasta que Cristo lo llamó a seguirlo. Según la tradición, Juan fue el más joven de los apóstoles, y el más recordado. A Juan el apóstol se atribuyen cinco libros del Nuevo Testamento: el Evangelio de Juan, las tres epístolas de Juan y el Apocalipsis. De los doce apóstoles, Juan, Pedro y Jacobo o Santiago, fueron los más íntimos de Cristo. Los tres estuvieron con él en la resurrección de la hija de Jairo, en el monte de los Olivos, en el Getsemaní, etc., pero sólo Juan estuvo junto a la cruz cuando el Señor fue crucificado, y fue allí que Jesús le encomendó a su madre María, a quien Juan cuidó hasta que ella murió. Juan pasó sus últimos años en Éfeso, en donde, según parece, escribió su Evangelio. Columna de la Iglesia de Jerusalén, fue exiliado a la isla de Patmos, en donde escribió el Apocalipsis. Referencias: Marcos 3:17; 14:33; Lucas 5:10; Hechos, 3, etc.
 
JUAN EL BAUTISTA. Juan el Bautista, el precursor de Cristo, nació tres meses antes que éste, y fue hijo de un sacerdote llamado Zacarías y su esposa Elisabet (Lucas 1:5‑25, 57‑80). AL llegar a la edad viril, Juan decidió dedicarse a predicar en el desierto anunciando a Jesús, el cual estaba a punto de presentarse ante los judíos. Aparte de su vestido, hecho de pelo de camello y atado con un cinturón de cuero, fue un segundo Elías que proclamó el mensaje de arrepentimiento: "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado" (Mateo 3:2). El antiguo historiador Josefo aclama a Juan el Bautista"varón excelente que amonestó a los judíos para que acudieran al bautismo, y practicó la virtud y la justicia para con todos los hombres, y la piedad para con Dios". Jesús también lo alabó. Nació cerca del 4 A.C. y fue decapitado entre el 29 y el 30 D.C. por Herodes Antipas por denunciar el matrimonio de éste con su cuñada Herodías (Mateo 4:1‑12).
 
JUAN MARCOS . La primera referencia a Juan Marcos se halla en Hechos (12:12). Fue hijo de cierta María de Jerusalén y primo de Bernabé. Acompañó a Pablo y a Bernabé en su primer viaje misionero. Antes del segundo viaje, se suscitó una grave discordia entre Pablo y Bernabé respecto a Juan Marcos; esto provocó la separación de ellos, pues Bernabé apoyó a Marcos (Hechos 15:37‑39), cuando éste echó pie atrás en el viaje (Hechos 13:13). Posteriormente Pablo tuvo considerable fe y confianza en Juan Marcos, pues cuando escribe a los colosenses (Colosenses 4:10) y a Filemón (Filemón 24), Marcos se halla en Roma y su presencia allá parece servir a Pablo de solaz. Una vigorosa tradición de la iglesia primitiva afirma que Juan Marcos fue también compañero de Pedro. Pasaron diez o doce años entre la última referencia a Juan Marcos en los Hechos, y la primera referencia que a él se hace en las Epístolas. Se cree que en esos años acompañó a Pedro. Hay pruebas de que estuvo con Pedro durante los últimos años del Apóstol, y de que en su Evangelio de Marcos narra la historia que oyó de Pedro. (Véase el libro de "Marcos", capítulo IV.)
 
JUDAS ISCARIOTE. Judas Iscariote fue uno de los doce discípulos de nuestro Señor (Marcos 3:19). Respecto a él nada se sabe antes que fuera discípulo. Fue tesorero del círculo apostólico, pero lo tentó el dinero que manejaba, y su falta de honradez e infidelidad lo llevaron a traicionar a su Maestro. Antes de la Pascua Judas fue a los principales sacerdotes y convino en entregar a Jesús por treinta monedas de plata (Mateo 26:15). Durante la Pascua, se le metió Satanás y abandonó la fiesta. La traición contra Cristo se ejecutó después de la Cena del Señor, en el huerto de Getsemaní (Mateo 26:47‑50). Después de la crucifixión Judas confesó su delito e intentó devolver el dinero a los sacerdotes. Éstos no lo aceptaron, y Judas, llevado del remordimiento, fue y se ahorcó (Mateo 27:3‑5; Hechos 1:15‑20).
 
JUDAS, HERMANO DE JESÚS. Pocos datos hay sobre Judas. Hay en el Nuevo Testamento muchas personas con el mismo nombre. El Judas a que aquí nos referimos fue hermano de Jesús y autor del pequeño libro que lleva su nombre. Como sus hermanos, no creyó en Cristo sino después de la resurrección. Más adelante, sin embargo, habla de sí mismo como "siervo de Jesucristo" (Judas 1). La relación espiritual con Cristo mediante Santiago fue más importante que su parentesco carnal con Cristo. Judas no se dice apóstol. Evidentemente era casado. Según la tradición, predicó en Mesopotamia y más tarde sufrió el martirio.
 
LÁZARO. El nombre de Lázaro es una forma abreviada de Eleazar, que significa "Dios ha auxiliado". Quizá los más íntimos amigos de Jesús fuera de los discípulos, Lázaro y sus dos hermanas, María y Marta, vivían en Betania. Muerto Lázaro, como era de familia pudiente, se le hizo un excelente funeral y se le enterró en la tumba familiar en Betania. Jesús lo resucitó aunque ya llevaba cuatro días de muerto durante el calor estival (Lucas 11:1‑46). Muchas personas se convirtieron como consecuencia de este milagro, lo cual provocó los celos del Sanedrín. La tradición asegura que Lázaro tenía treinta años de edad cuando Jesús lo resucitó, y que vivió treinta años más. Algunos escritos dicen que Lázaro predicó en Francia después de su resurrección.
 
LEA. Lea ("hastiada"), primera esposa de Jacob, era menos apetecida por no ser muy bella. Labán su padre, mediante engaño, hizo que Jacob se casara con ella en vez de con Raquel, por ganarse la cual había trabajado él siete años (Génesis 29). Lea le dio a Jacob seis hijos y una hija (Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón y Dina); su sierva dio a luz a Gad y a Aser (Génesis 30:10‑13). El Midrash (antigua exposición de escrituras judaicas) la considera mujer buena y honorable, aunque Jacob no la amaba. Fue sepultada en la tumba familiar de Macpela en Hebrón, y muy probablemente no descendió a Egipto con Jacob.
 
LEBEO. (Véase "Tadeo".)
 
LIDIA. Lidia, prosélita judía, vendedora de púrpura en Tiatira, y seguidora de Dios en Filipos, solía ir a orar a la ribera del río. Fue allí que Pablo y sus compañeros la hallaron. Oyente asidua, abrió el corazón al Señor (Hechos 16:14). Ella y los suyos creyeron y fueron bautizados, convirtiéndose en los primeros frutos de Pablo en Europa. Ansiosa de mostrar su gratitud, alojó a los apóstoles en su casa de Filipos después que fueron encarcelados (Hechos 16:15). El nombre Lidia, común en mujeres de aquel tiempo, quizá se haya derivado del distrito geográfico de Lidia. Sabemos que después de aquella primera conversión nació allí una iglesia; Lidia se convirtió en clave de una nueva forma de vida para Filipos y para Europa.
 
LISIAS, CLAUDIO. (Véase "Claudio".)
 
LOT. Mientras Lot, hijo de Harán y sobrino de Abraham, vivía con éste en Egipto, la prosperidad de ambos provocó disputas entre algunos de sus pastores. Para zanjar los desacuerdos, Abraham decidió permitir que Lot eligiera la mitad de la tierra, ya fuera el fértil valle del Jordán o la menos apetecible Canaán. Lot eligió lo primero. Dios envió dos ángeles a Lot, que entonces vivía en la malvada ciudad de Sodoma, a decirle que sacara a su familia y huyera antes que la ciudad fuera destruida. Dejaron la huida para el último momento, y su esposa se convirtió en "estatua de sal" (Génesis 19:26) por no obedecer la orden divina de no mirar hacia la ciudad abandonada. Lot y los suyos huyeron a las montañas. Él engendró en sus hijas a los progenitores de las tribus de Moab y Amón (Génesis 19:37‑38). Referencias del Nuevo Testamento: Lucas 17:28‑32; 2 Pedro 2:7 ss.
 
LUCAS. Lucas se menciona sólo tres veces por su nombre en el Nuevo Testamento (Colosenses 4:14; Filemón 24; 2 Timoteo 4:11). Era un médico griego muy culto, y escribió el Evangelio de Lucas y los Hechos de los Apóstoles. Lucas 1:2 revela que aquel médico no fue de "los que desde el principio lo vieron con sus propios ojos"; según parece, se unió al grupo de Pablo en Troas (Hechos 16: 10), con el cual navegó hasta Macedonia. Fue amigo y compañero de viaje de Pablo, al cual acompañó nueve años. Pablo se refiere a él como el "médico amado", y en 2 Timoteo 4:11 nos suministra un último vistazo de su fiel amigo. (Véase "Lucas", capítulo IV.