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TADÉO. Tadeo (también llamado Lebeo), discípulo de Jesús no muy conocido (el nombre "Tadeo" aparece en Mateo 10:3, Marcos 3:18), nació según se cree en Odesa. La tradición afirma otras cosas acerca de él: que llegó a Jerusalén en donde fue bautizado por Juan el Bautista, que luego inició su ministerio, que regresó a su Odesa natal a predicar el evangelio, y que murió y fue sepultado en Beirut. Hay cierta confusión respecto a su nombre, pero comparando Mateo, Marcos y Lucas casi no es posible dudar que los tres nombres, Lebeo, Judas el hermano de Jacobo y Tadeo pertenezcan a la misma persona.
 
TOMAS. Tomás, uno de los apóstoles de Jesucristo, se menciona en todos los Evangelios, pero en las escenas finales de Juan se con vierte en figura prominente. Se cree que su nombre era Judas, pero que se le llama Tomás para distinguirlo de los otros dos Judas. El Evangelio de Tomás, recién descubierto, lo identifica como Dídimo Judas Tomás, pero la antigua versión siríaca de los Evangelios dice que era "Judas, no el Iscariote" (Juan 14:22). La palabra "Tomás" corresponde en arameo a gemelo o "dídimo" en griego. Juan destaca tres rasgos esenciales de Tomás. Era dado a considerar las situaciones adversas peor de lo que eran, pero poseía una lealtad que lo mantenía firme a pesar del peligro. Esto aparece en Juan 11:16 cuando instó a los discípulos a ir con Jesús a Judea a despecho de la hostilidad judía. Tomás rehusó creer que Jesús había resucitado a menos de ver con sus propios ojos las señas de los clavos (Juan 20:28). La tradición declara que fue misionero y fundador de la iglesia de Mar Toma en India, y murió como mártir. Se dice también que escribió un evangelio apócrifo.
 
TIMOTEO. Timoteo nació en Listra. Fue hijo de un griego y de una judía llamada Eunice (Hechos 16:1; 2 Timoteo 1:5). Eunice y Loida, la madre de ésta, eran cristianas (convertidas en la primera visita de Pablo a Listra) e instruyeron a Timoteo en las Escrituras desde la juventud. En su segunda visita, Pablo descubrió grandes posibilidades en Timoteo, quiso emplearlo, y para no chocar con los prejuicios judíos lo hizo circuncidar (Hechos16:3). Timoteo acompañó a Pablo en parte de su viaje por Macedonia. Cuando Pablo fue a Atenas, inmediatamente hizo que Timoteo se volviera a visitar la iglesia de Tesalónica. Durante la larga permanencia de Pablo en Éfeso,Timoteo "le sirvió" y fue enviado delante a Macedonia y Corinto para recordar a los corintios "mi proceder en Cristo" (1 Corintios 4:17). En Roma, Timoteo estuvo con Pablo durante su encarcelamiento, cuando el Apóstol escribió algunas epístolas. Timoteo mismo al parecer estuvo encarcelado algún tiempo (Hebreos 13:23). Algunas leyendas antiguas afirman que Timoteo fue obispo de Éfeso (véase 1 Timoteo 1:3), y que fue muerto por anatematizar la fiesta de Diana por su inmoralidad. Se menciona a Timoteo en 2 Corintios, Tito, Gálatas, Hechos, y naturalmente, en 1 y 2 Timoteo, a él dirigidas. Es interesante que Pablo le haya dirigido la última carta que escribió (2 Timoteo).
 
TITO. Tito fue uno de los más fieles ayudantes de Pablo. Sus padres fueron griegos (Gálatas 2:3) y nada más sabemos de su origen. Se convirtió por la predicación del apóstol Pablo. Este gentil acompañó a Pablo a Jerusalén para oponerse a los judíos cristianos que exigían la circuncisión de los gentiles (Gálatas 2:1). Su carácter inspiraba tal confianza que se le envió a Corinto a recoger la ofrenda para los pobres de la iglesia de Jerusalén, y luego fue enviado a Creta cuando allá surgieron problemas (Tito 1:5). Más tarde, según parece fue a Dalmacia (2 Timoteo 4:10), situada en la costa oriental del mar Adriático. Se menciona a Tito en 2 Corintios, Gálatas, 2 Timoteo y, desde luego, en Tito.
 
UZÍAS REY DE JUDÁ. Uzías (siglo octavo A.C.) fue elegido por el pueblo como rey de Judá. Comenzó a reinar siendo de dieciséis años, con victoriosas campañas militares contra los enemigos de su padre. Uzías sometió a los árabes y a los amonitas, derrotó a los filisteos y tomó las ciudades de Asdod, Gaza y Jabnet. Fortificó a Jerusalén y la dotó de equipo militar. Bajo el reinado de Uzías Judá prosperó. Uzías pecó al ofrecer incienso en el altar de Dios y fue castigado con lepra (2 Crónicas 26:19-21).
 
ZAQUEO. Zaqueo era un conocido recolector de impuestos de Jericó. Se le menciona solamente en Lucas 19. Cuando Jesús llegó a esa ciudad, Zaqueo, hombre de pequeña estatura, tuvo que subirse a un sicómoro para ver por encima del gentío. Al verlo, Jesús le dijo que bajara para ir con él a cenar. Dada la mala fama de los recolectores de impuestos, la gente se asombró ante la invitación de Jesús. Pero la presencia del Señor convirtió a Zaqueo en un hombre diferente. Para hacerle honor a su nombre, que en la lengua original significa "puro", Zaqueo prometió entregar a los pobres la mitad de sus bienes y restituir el cuádruplo a quienes injustamente hubiera despojado (Lucas 19:8). La salvación había llegado a la casa de Zaqueo, y más adelante se convirtió en discípulo.
 
ZACARÍAS. Zacarías era sacerdote de la clase de Abías, una de las veinticuatro órdenes sacerdotales desde el tiempo de las Crónicas. Dichas órdenes se turnaban en el servicio del templo. El día quele correspondió a Zacarías, fue éste al templo a cumplir con la ofrenda del incienso en el lugar santo. Estaba allí cuando se le apareció un ángel del Señor y le anunció que su esposa iba a dar a luz un hijo. Zacarías y su esposa ya eran bastante viejos; ella había sido estéril toda la vida; por las dudas, Zacarías pidió al ángel que le corroborara la noticia con alguna señal. Inmediatamente quedó mudo, y no recobró el habla sino después de haber dado al niño el nombre de Juan, en la circuncisión. Aquel niño fue Juan el Bautista, el que vino a preparar el ca mino para Jesucristo, el Mesías. Referencia: Lucas 1.
 
ZACARIAS EL PROFETA. Zacarías escribió el libro del Antiguo Testamento que lleva su nombre. Profetizó al mismo tiempo que Hageo. El gran propósito del ministerio de Zacarías fue alentar a quienes iban a reconstruir el templo; por eso sus mensajes son profundamente inspirativos. Zacarías dice que la edificación de la casa de Dios es esencialmente una obra espiritual, y que ha de realizarse "No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos (Zacarías 4:6). En los capítulos 1‑6 bosqueja ocho visiones que recibió de noche, todas destinadas a dar ánimo al pueblo para que confiaran en que Dios estaba con ellos en su tarea de reedificar el templo. Hacia el final del libro tenemos notables profecías referentes al Mesías: Cristo traicionado por treinta monedas de plata (11:12‑13); el costado horadado (12:10); el derramamiento de su sangre por los pecados del mundo (13:1); las marcas de los clavos (13:6); el esparcimiento de los discípulos (13:7); la destrucción de Jerusalén en días del Nuevo Testamento (14:2) y la segunda venida de Nuestro Señor (14:4). En 9:9‑10 se profetiza la entrada triunfal con estas magníficas palabras: "Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra".
 
ZOROBABEL. Zorobabel se supone hijo de Salatiel, de la tribu de Judá de la línea de David. Junto con Jesúa, en 536 A.C. guió desde Babilonia la primera colonia de israelitas cautivos a Jerusalén. En Jerusalén restableció la observancia de las prácticas sagradas de los judíos, incluso el culto público y la Fiesta de los Tabernáculos. El libro de Esdras cuenta cómo Zorobabel rechazó el auxilio de los samaritanos para reconstruir el templo. Los samaritanos se disgustaron y dificultaron la construcción luego de dos años y dos meses de trabajo (Esdras 4). Después de siete años logró terminar el templo. Se ignora el fin de Zorobabel, pero se cree que llegó a ser rey de Judá y que fue derrotado por los persas.